lunes, 23 de febrero de 2015

Los amantes de Bilbao

Viernes, 13.00 horas, reunión de trabajo. Brrrr, brrrrr, mensaje al móvil, de alguien desconocido, con un nombre impronunciable que ni siquiera termino de entender. 


"Hola amante! Somos los dos mocitos de Bilbao que vamos a conquistar tu corazón"

Suelto el móvil, cara de asombro, "se habrán confundido", dejo que mi mente regrese a la reunión. Minutos más tarde recibo un segundo mensaje del misterioso personaje de nombre impronunciable, y entonces entiendo: son dos amigos de una amiga vasca que como me comentaba a principios de semana, venían a la ciudad de fin de semana y les dejó mi teléfono para conocernos. (El capítulo de mi amiga vasca y cómo nos conocimos bien merece uno o varios posts aparte, que ya vendrán). Así que tres mensajes más tarde, una llamada entrecortada de teléfono, y las ganas de conocer a mis amantes, al final no quedamos esa noche, por lo que hago otros planes y me voy al cine. (El capítulo del cine también merece otro post, añadido a la lista de "to do things")

El sábado, tras una comida con otros amigos y un par de cervezas, me dispongo a regresar a casa cuando los amantes me vuelven a escribir, esta vez para citarnos y por fin conocernos. Ellos se alojan en el centro histórico, y yo ando por ahí cerca. Cuando les digo esto, me preguntan "¿dónde está el centro?". 
(Imaginaros el emoticono que uso para responder a eso vía mensaje de texto)
¡Así que finalmente nos conocemos! Qué nervios, dos amantes vascos sólo para mí...
Ahora viene la parte en que parece que cuento un chiste o que hablo de la película que tan famosas ha hecho a ambas tierras, andaluza y vasca. "Van dos vascos y una sevillana por la calle..." Nos presentamos, y tanto ellos como yo parecemos extranjeros en nuestras tierras: Ellos, Aitor e Iker, de Bilbao. Yo, Rocío, de Sevilla. Estupendo. Y entonces llega ese mágico momento, entre saludos, disculpas y presentaciones, en que me dicen: "¡te hemos traído un regalo!"  (...)

(Ahora también estáis pensando en el mismo emoticono que yo, ¿cierto?) 

Hace tiempo que no recibo un regalo sin motivo alguno. Quiero decir, cuando es mi cumpleaños, por navidad, etc., estamos acostumbrados a recibir y dar regalos. Pero eso de que dos mocitos de Bilbao, que ni siquiera saben si me van a llegar a conocer, aparezcan con un regalo envuelto 800 km atrás, ciertamente me deja sin respiración. No lo abro en el momento porque me dicen que son chocolates. Pero un paseo y unas risas más tarde, tomando un café y lo más parecido a unos kalimochos, decido abrir mis chocolates que vienen muy al caso. Y encuentro esto...

Vuelta a los emoticonos. 
Se llaman "bilbainitos" (emoticono x 5), y aparte de ser inmensamente graciosos, están hechos de sólo de chocolate haciéndolos deliciosamente exquisitos. ¡A ver cuánto dura la caja...!
¿Qué más necesita una mujer si no son dos amantes que han viajado 800 km para conocerla y traerle una caja de bilbainitos (emoticono x 6) de chocolate?!!!

Bromas aparte, esa tarde/noche lo pasamos muy bien, nos reímos, charlamos, tomamos algo, y en definitiva disfrutamos de un buen rato, la verdad. Al despedirnos, cruzamos abrazos como si hiciera años que nos conocemos, y esto me conmueve aún más. 
Una de las cosas que más disfruto en esta vida es viajar y conocer lugares y gentes. Y cuando es la montaña la que viene a Mahoma, igualmente disfruto la gente que me trae para conocer. Me encanta descubrir la visión de cada individuo que se cruza en mi camino.

Quiero pensar que las casualidades existen, que las cosas pasan por alguna razón. Porque mi amiga vasca la que merece un post aparte, y yo, no hemos hablado durante casi año y medio, hasta que por casualidad hace tres semanas me mandó un mensaje y retomamos un poco el contacto. Por casualidad, días más tarde me dice que sus amigos vienen a Sevilla. Por casualidad quedamos. Por casualidad tengo parte de un fin de semana un poco diferente en el que conozco a gente simpática y divertida, gente sana, y con inquietudes similares a las mías. Será que no soy tan diferente...por casualidad.
Pena que el domingo me encuentro un poco enferma y no podemos volver a quedar. Intentamos despedirnos hoy lunes por la mañana con desayuno sevillano de por medio, pero sigo un poco enferma y tengo que cancelarlo, les deseo buen viaje y con suerte nos volvamos a encontrar pronto. Adoro la respuesta de uno de ellos vía mensaje de texto:

"Te keremos, alikata!!! Un montón de besos y pórtate mal! Tenemos toda la vida pa disfrutar, así que tranki. (emoticonos de besos)"

Nótese el carácter vasco del mensaje, lleno de caracteres "k" que sustituyen a caracteres "qu". Pero sobre todo, nótese la riqueza personal que desprende. Personas que acabo de conocer, aunque vengan de parte de alguien en común, abandonan sus convencionalismos y se despojan de tabús sociales para demostrar un interés sano y un cariño por alguien que apenas acaban de conocer. La sensación que el mensaje provoca no es otra sino confort y satisfacción. Así que empiezo la semana enriquecida, porque este fin de semana he viajado para encontrarme con mis amantes de Bilbao, y ha resultado ser una experiencia bilbainita bien dulce. Como muestra, recordatorio fotográfico del momento...
Agur!

Os dejo con una canción que justo estoy escuchando mientras escribo, y viene como anillo al dedo para ser guinda del pastel de hoy:









No hay comentarios: