domingo, 26 de julio de 2015

"En el fondo fondo"



Dicen que a veces uno tiene que tocar fondo para entender que un cambio es necesario. Pero yo creo que prefiero bajar a explorar las profundidades de cuando en cuando, observar, contemplar, y saber que si el medio se vuelve hostil, hay que regresar a la superficie y respirar. Ciertamente hay que repetir el descenso en ocasiones, para tomar impulso y apuntar más alto, y dejar que lo que nos sobre se quede allí abajo, en el fondo del mar, donde oscurece y no hay más fondo más allá del fondo. No hay hostilidad en reconocer que lo desconocido nos provoca incertidumbre, y nos empuja a movernos con ahínco hacia su medio. Y en ese desajuste entre confort y adrenalina, hemos de encontrar respuesta a tantas preguntas que insistimos en formular. Porque al final del día, cuando el sol se apaga, cuando necesitas subir a la superficie y respirar, entiendes que 'la vida sigue, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido'. Y que el fondo del mar sólo guarda aquello que se fue a la deriva mientras nuestras velas dejamos de izar.


Foto: Snorkeling en Almuñécar, Granada. 

"Back to the past"



Back to the past... Olor de madera y pan, y bizcocho, y yogures, y chuches y bacalao. Niños que van a por 'un mandao', señoras que charlan con el tendero, papas en la báscula y anís del mono en la estantería. Humo de tabaco envuelto en la armónica del afilador de cuchillos. Pucheros en el fuego, canicas en el suelo, jirones de una infancia detrás de esos cristales. Todo vuelve, nada se fue, acaso lo olvidamos, ¿o se hizo desaparecer?


Media docena, por favor. Hoy quiero cocinar mis recuerdos a fuego lento.


Foto: Tienda de ultramarinos en Conil, Cádiz.

jueves, 16 de julio de 2015

"Hilando pensamientos, pensando cómo hilarlos"


¿Alguna vez has creído que las cosas pasan por alguna razón?
¿Has pensado que pasa cuando tomas una decisión y eliges un camino en vez de otro? ¿Cómo saber que lo que uno hace es lo que debería hacer? 
¿Existe realmente una senda determinada en nuestras vidas?
¿O la vamos dibujando a nuestro paso?

No se si soy una persona de principios, o si por mis principios soy una persona. No se si tengo una creencia determinada respecto a las cosas, o si las cosas determinan mis creencias según van ocurriendo. A menudo me pregunto si el universo determina la correcta y precisa posición de ciertos fenómenos y personas que aparecen en mi vida, porque en múltiples ocasiones es inevitable pensar que llegaron en el momento más adecuado. Y otras tantas me pregunto por qué se empeña en mandarme unas señales que tan sólo traen decepción a mis días. A veces me parece pensar que el destino es muy justo conmigo, y otras tantas considero que su definición de justicia más luce por su ausencia que por su veracidad. 

Hay días que soy capaz de dibujar un sol resplandeciente en cada nube que aparece en mi camino, y otros en los que de pronto es invierno en mi verano. Cóctel de emociones, sensaciones, ideas, ¿ilusiones? A veces creo que es posible, que tan sólo requiere un pequeño esfuerzo despojarnos de nuestros disfraces cotidianos y entrever nuestra esencia, y reconocernos, humanos, iguales y distintos, puros y genuinos. Luego recuerdo que somos adultos y ya no se nos permite hacer concesiones, mostrar que somos vulnerables. 

Cerrado por hacerme adulto.
Vuelva usted mañana, quizás entonces le pueda atender el niño que aún vive dentro.

Foto: Camboya, 2014