jueves, 16 de julio de 2015

"Hilando pensamientos, pensando cómo hilarlos"


¿Alguna vez has creído que las cosas pasan por alguna razón?
¿Has pensado que pasa cuando tomas una decisión y eliges un camino en vez de otro? ¿Cómo saber que lo que uno hace es lo que debería hacer? 
¿Existe realmente una senda determinada en nuestras vidas?
¿O la vamos dibujando a nuestro paso?

No se si soy una persona de principios, o si por mis principios soy una persona. No se si tengo una creencia determinada respecto a las cosas, o si las cosas determinan mis creencias según van ocurriendo. A menudo me pregunto si el universo determina la correcta y precisa posición de ciertos fenómenos y personas que aparecen en mi vida, porque en múltiples ocasiones es inevitable pensar que llegaron en el momento más adecuado. Y otras tantas me pregunto por qué se empeña en mandarme unas señales que tan sólo traen decepción a mis días. A veces me parece pensar que el destino es muy justo conmigo, y otras tantas considero que su definición de justicia más luce por su ausencia que por su veracidad. 

Hay días que soy capaz de dibujar un sol resplandeciente en cada nube que aparece en mi camino, y otros en los que de pronto es invierno en mi verano. Cóctel de emociones, sensaciones, ideas, ¿ilusiones? A veces creo que es posible, que tan sólo requiere un pequeño esfuerzo despojarnos de nuestros disfraces cotidianos y entrever nuestra esencia, y reconocernos, humanos, iguales y distintos, puros y genuinos. Luego recuerdo que somos adultos y ya no se nos permite hacer concesiones, mostrar que somos vulnerables. 

Cerrado por hacerme adulto.
Vuelva usted mañana, quizás entonces le pueda atender el niño que aún vive dentro.

Foto: Camboya, 2014

No hay comentarios: